Lo primero que debemos tener en cuenta es la electricidad que consume, es fundamental el consumo eléctrico. Los hornos convencionales suelen consumir de entre 2.000 y 5.000 vatios, mientras que las freidoras de aire, en su mayoría, oscilan entre 700 y 2.000 vatios, concretamente en los modelos de mayor capacidad.
Además del consumo eléctrico, es importante evaluar la rapidez, la salud y la economía al cocinar. Desde una perspectiva económica, las freidoras de aire suelen presentar muchas ventajas, ya que consumen menos energía, menos aceite o casi nada y por ello son mas saludables, además tardan menos en preparar la comida.
Respecto a la cocción, no es tan necesario precalentar una freidora de aire como lo es en un horno eléctrico, por ejemplo, una pizza en la que el horno tardaría 20 minutos en hacerse ( incluyendo en los mismos 5 minutos de precalentamiento), mientras que en la freidora con 10 minutos bastarían. El resultado final, de lo cocinado puede ser similar en ambas opciones, dependiendo de los ingredientes de la comida.
Un aspecto a considerar a favor de los hornos es su capacidad para cocinar comidas mas generosas, como un cochinillo, mientras que en algunas freidoras de aire de menor capacidad nos tocaría cocinar por tandas. Sin embargo, incluso al cocinar en tandas, el tiempo total de preparación tiende a ser menor en las freidoras de aire y con ello un consumo energético inferior.
En resumen si quieres un electrodoméstico que tarde poco en prepararte la comida, consuma poco, no tengas casi ni que preocuparte del aceite, la freidora de aire es tu mejor elección, y si lo que quieres es cocinar platos mucho mas generosos lo mejor seria un horno eléctrico.